
Ned hace siempre lo que le piden. Cuando sus padres quieren que guarde sus juguetes o se vaya a la cama, lo hace con una sonrisa. Y si el dragón llega al castillo por la noche, se esconde dentro, tal como le dicen. Pero una mañana, en lugar de decir «sí», Ned contesta «¡NO!». NO ayudará a su padre a buscar su escudo, su flecha o su arco. Y su respuesta a todo será NO. Y, por supuesto, la próxima noche que el dragón llegue al castillo, ¡Ned NO piensa esconderse dentro! Con Ned veremos que está bien aprender a decir “no”, pero no siempre...